El toque especial de este lugar está en la decoración totalmente ecléctica, una pequeña burla al Minimalismo, convirtiéndolo en "minimalismo a lo chilango" o mejor dicho "Minichelismo". Aquí nada es escueto o mínimo, podrás encontrar desde una pianola del año de 1900, el sillón de la abuelita, el trono del Archiduque Romualdo Serafín Infante II (¿Quién es ese?), bueno, pero también verás detalles como pinturas trazadas en las paredes, cuadros con marcos muy originales (habrá sido falta de presupuesto) candelabros, lámparas arabescas o estilo art nouveau, o que tal un sofá y un diván totalmente vanguardistas, en fin… imagínate tomando un café dentro de un clóset o en una cama, o que tal comer dentro de una bañera o tirado en el piso entre cojines. Pero eso no es todo, porque además en el Minichelista la intención es ofrecerte justo lo que no encontrarás en otros lugares de la zona, tienen Hookas (pipas árabes con tabaco de varios sabores), libros y revistas para que los leas mientras disfrutas tu estancia en el lugar, música original y en vivo.
Aunque en su menú no se encuentran las bebidas alcohólicas, cuentan con una extensa carta de bebidas, desde todo tipo de cafés hasta smoothies, frappés, malteadas, tisanas y bebidas muy originales que son la especialidad de la casa. Esto no ha sido impedimento para que quienes más lo frecuenten sean veinteañeros y treintañeros. No importa el look, desde dark hasta fresa, con jeans y tenis o traje y corbata. Esto es sólo una prueba de que dentro del “Minichelista” todo se vale, lo barroco y lo simple, lo moderno y lo antiguo, Tin tan y Matisse, unos tacos y un salmón a la plancha, un chido y un fresa, etc. Cualquier combinación es válida con tal de que estés cómodo y a gusto. Total que la conclusión es que el Minichelismo lo haces tú, quien quiera que seas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario